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Gatos en la mitología escocesa.
Para los celtas el gato era un animal que despertaba sentimientos ambiguos: era querido y odiado.
Cuando Británia fue invadida por el ejército romano, este, entre todas sus pertenencias portaban a sus gatos. Pues creían firmemente en que les aportaban suerte.
Estas mascotas romanas se mezclaron con los gatos salvajes monteses de la zona. Estos son los llamados gatos Kellas o gato Sith protagonista de muchas de estas leyendas Había personas que de la forma más cruel quería hacerse con esos poderes sobrenaturales. Los gatos, también podían ser espíritus, un hada diabólica, una bruja cambiapieles o el mismísimo demonio. La asociacion entre gatos y brujas, durante la cristiandad es bien conocida, y fue especialmente acentuada en esta región, cosa que llevó a una brutal persecucion de gatos, y en especial: los negros.
En el siglo XIII, la bruja irlandesa Alice Kytler fue acusada de tener relaciones con un súcubo, que en ocasiones. tomaba la forma de un gato negro. Se decía también, que los demonios podian metamorfearse en comadreja, galgo, polilla, pájaro, ¡y como no!: en gato. A estos pequeños felinos, se les atribuyó el ser espías de los espíritus maléficos.
Existía incluso un gato llamado «El rey de los gatos», un espíritu protector y vengativo que representaba a toda la población felina.
Los celtas utilizaron «hechizos», que, son aproximadamente, una especie de rezo metafórico. Tomaban partes del cuerpo del animal para diversos hechizos (incluso sus órganos) mediante rituales. Se sabe que existió un tipo de adivinación que implicaba una muerte lenta: quemando a un gato de una forma muy específica. La víctima, normalmente, era negro y de sexo masculino.
Otros hechizos usaban gatos vivos. Por ejemplo, un hechizo que permitia transferir una enfermedad de un hombre o animal enfermo (generalmente animal de granja) a un pobre felino.
Muchos otros hechizos permitían a los demonios matar al gato para que a los humanos se les dejara en paz. En el primer lunes del invierno, el gato era expulsado de casa antes de que la gente del hogar lo hiciese, medio para aplacar a los espíritus hambrientos. Algunos métodos de adivinación implicaban observar las acciones de un gato. Si un gato saltaba por encima de un cadáver, la persona que lo viera, se quedaría ciega. Si un gato moría en una casa, pronto en ese hogar moriria alguien más. Si saltaba sobre comida que se estaba preparando, la persona que se la comiera traería al mundo mas gatos. Si un gato se cruzaba en el camino al altar de una novia, o de alguien durante el año nuevo, esta persona atraeria la mala suerte. Si el gato se cruzaba en el camino de un marino, sin embargo, traeria buena suerte. Si el gato maullaba pidiendo carne, se pensaba que un animal estaba a punto de morir.
Lo referido anteriormente son situaciones relativamente cercanas en el tiempo, pues en la mitología antigua, los relatos gatunos son más bien escasos, aunque alguno existe.
Varias tribus lo tenían como animal tótem, o decían provenir de un gato. Por ejemplo, Cataibh significa «Tierra de gatos». Finn Mc Cumhal lucho en un clan de «gente cabeza de gato», en referencia a que llevaban pieles de gato en sus cascos. En Irlanda, Eire aportó a su gato el regalo del conocimiento y le dio un caldero lleno de sus secretos. En Irlanda tambien se habla de Irusan, un gato rey enorme. Este gato monstruoso enfurecio con el poeta Senchan por haber insultado a sus iguales. La gran diosa galesa Ceridwen, tenia gatos blancos que atendían a sus solicitudes. El dios Nuada tenía uno de sus ojos procedentes de un gato, suponiéndose, que era de su mascota. Uno de los guerreros del rey Arturo, llamado Gogyfwlch, se decía que tenia ojos de gato. El mismo Arturo luchó contra un gato que casi le mata. En los mitos galeses y franceses se hablaba del gato Palug, que era tan poderoso que se llamo «una de las tres plagas de la Isla de Mona». Este era el gato con el que se tuvo que lidiar Arturo.
Existe también una leyenda sobre una princesa encantada que fue animal durante varios ciclos: un año gato, un año cisne y otro año vivió como nutria. Estas leyendas de metamorfósis son muy comunes en la mitología celta.
Aunque estos felinos no eran muy queridos, se les trataba con mucho cuidado, pues los gatos bruja dotados de razón eran vengativos y podían ofenderse. También hay muchos relatoss sobre gatos parlantes, siendo a menudo, brujas cambiaformas. Podian ser bardos, guardianes o centinelas.
Cuenta una leyenda celta muy famosa, que existía un gato que permitia a ciertos viajeros deleitarse en su mesa. Cuando uno de ellos trató de aprovecharse de su hospitalidad, robando un collar, el gato se transformó en una flecha ardiente e mató bajo las llamas al ladrón.
En las historias mas modernas, los gatos suelen asociarse a fantasmas y demonios. En un cuento, un problemático un felino fue ahogado con una liga alrededor de su cuello, tiempo más tarde, sería visto vivo en un bote con la misma liga en su cuello.
Una especie de fenómeno extraño, paranormal o poltergeist también forma parte de estas historias. Se habla de la aparicion de un gato con cabeza humana que estaba una cama, quien, subitamente, entró en llamas o combustión espontánea.
Así que ya sabes, este Samhain, o lo que conocemos como Halloween, debes poner un platito con leche fuera de casa, y así, el gato Sith (gato hada) bendecirá tu casa. Pero ojo sí no lo haces, porque serás hechizado.
TEXTO E ILUSTRACIÓN DE LILITH VON ALEXANDER ©2022
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Lilith Von Alexander 